- Chocolate negro 85 g
- Cacao en polvo 25 g
- Nata líquida para montar 250 ml
- Leche 250 ml
- Azúcar 100 g
- Yemas de huevo 3
Vertemos la leche, la nata, el azúcar y el cacao en polvo en un cazo y lo ponemos a fuego lento hasta que hierva. Vamos removiendo de vez en cuando para que el cacao en polvo se disuelva y no se vean grumos. Retiramos del fuego, troceamos el chocolate negro y lo incorporamos a la olla. Removemos hasta que se deshaga y se integren todos los ingredientes.
Batimos las yemas de huevo en un bol y las echamos a la mezcla anterior. Debemos incorporarlas poco a poco y removemos constantemente. Ponemos de nuevo el cazo al fuego y dejamos que la mezcla espese durante unos minutos sin dejar de remover. Retiramos del fuego y dejamos enfriar la mezcla.
Una vez frío, si hay máquina de hacer helados, podemos enfriar la mezcla allí durante 30 minutos. Cuando no tenemos heladera ponemos mezcla en un recipiente plano, la metemos en el congelador y removemos cada 30 minutos aproximadamente para ir rompiendo los cristales de hielo que se forman.