Ingredientes

  • Leche 750 ml
  • Café 250 ml
  • Yema de huevo 8
  • Maizena 15 g
  • Azúcar 100
  • Sal una pizca
  • Vainilla 1
  • Canela en rama 1
  • Azúcar para quemar

 

Preparación

Preparar el café ajustando la intensidad de su aroma al gusto, o usando café descafeinado si se prefiere. Mezclar con la leche en un cazo, añadir la rama de canela y la vaina de vainilla a la que habremos practicado un corte longitudinal. Calentar a fuego medio y retirar antes de que empiece a hervir. Dejar enfriar un poco.

Colocar las yemas de huevo en un cuenco grande y añadir la maizena y el azúcar. Batir con unas varillas hasta que no queden grumos. Retirar la rama de canela y la vainilla y echar la leche con café sobre las yemas, batiendo con las varillas con suavidad. Añadir la pizca de sal.

Echar la mezcla de nuevo en un cazo o en una olla, colándolo en un chino para retirar posibles impurezas. Calentar a fuego suave y cocinar removiendo constantemente, sin dejar que llegue a hervir, hasta que espese. Repartir en cuencos, vasitos o cazuelitas, y esperar a que se atempere.

Guardar en la nevera para que se enfríe. Añadir azúcar al gusto y quemar con un soplete o con un quemador para caramelizar la superficie. Decorar con chocolatinas de café, si se desea, y servir.